A veces creemos odiar la adulación y lo que odiamos es la manera de adular.
Francois de La Rochefoucauld
La adulación es una moneda falsa que tiene curso gracias sólo a nuestra vanidad.
François de La Rochefoucauld
Si no nos aduláramos jamás mutuamente, la vida sería menos placentera.
Francois de La Rochefoucauld
La bajeza más vergonzosa es la adulación.
Honorato de Balzac
Está perdido el que considera la adulación como un homenaje al que tiene derecho.
Fiódor Vasílievich Rostopchín
La adulación no hace daño... siempre que no la anheles.
Adlai Ewing Stevenson
El hombre es un animal que se alimenta de adulaciones.
William Hazlitt
Los aduladores tienen apariencia de amigos, como los lobos tienen la apariencia de perros.
George Chapman
La adulación es el veneno más activo y el que los hombres toman con más facilidad, por prevenidos que se encuentren.
Vicente Riva Palacio
Quien premia la adulación, la solicita.
Thomas Fuller
Adular para reinar es la práctica de los cortesanos de todos los despotismos y de los bufones de todos los tiranos.
Henri-Frédéric Amiel
Cuando alguien te lame las suelas de los zapatos, colócale el pie encima antes de que comience a morderte.
Paul Valéry
Uno puede defenderse de los ataques; contra el elogio se está indefenso.
Sigmund Freud
La adulación es una moneda que empobrece al que la recibe.
Duquesa de Abrantes
Hombre fácil a la adulación es hombre indefenso.
Arturo Graf
Todo adulador vive a expensas de quien lo escucha.
Jean de La Fontaine
Bien puede haber puñalada sin lisonja, mas pocas veces hay lisonja sin puñalada.
Francisco de Quevedo
La adulación, bajeza del que adula; engaño del adulado y aún bajeza de los dos; porque su bajeza muestra el que gusta de su adulación, que no se fía en el valor de sus méritos.
Francisco de Quevedo
La imitación es la forma más sincera de la adulación.
Charles Caleb Colton
Hombre en el cual hace mella la adulación, es hombre desarmado.
Arturo Graf
La peor especie de enemigos es la de los aduladores.
Tácito
Todos los aduladores son mercenarios, y todos los hombres de bajo espíritu son aduladores.
Aristóteles